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Si usted conoce de fútbol sabrá que esos tres hombres (en realidad son cuatro, pero hay uno que esta pintado al óleo) vestidos de negro o diferentes al resto son el árbitros y los dos lineas. Si no conoce, debe saber que realizan un trabajo ingrato, insoluble y altamente peligroso. Jerárquicamente, el arbitro es la máxima autoridad dentro del campo de juego. Con un silbato dará comienzo e interrumpirá el juego cuando le plazca. El problema radica en que lo que le place a el, desplace a uno u otro de los bandos. Si pita a favor de un equipo le gritaran y le tiraran(la hinchada) de todo los del otro equipo. Si hace lo contrario ocurrirá lo mismo pero al revés. Como toda autoridad, tiene la facultad de alejarce del peligro que acecha tras el alambrado. Un arbitro prudente se mantendrá tan cerca de la mitad del campo como pueda, ya que el riesgo es directamente proporcional a los metros que lo separan del alambre. Los líneas, subordinados a el, llevan la carga mas pesada ya que deben desplazare muy cerca y en forma paralela a las mallas protectoras. Desde su ubicación, usted podrá observar sus caras lívidas por el terror, ya que ignoran, por tener que darles la espalda, de que sector de las tribunas partirá el proyectil fatal....los vera correr como poseídos, siempre al borde del abismo.
Hay quienes afirman que lo hacen siguiendo las alternativas del juego, pero la verdad es que se mueven constantemente sabedores de lo terrible que significa un blanco fijo.
Pasemos a los protagonistas.....
Va a comenzar el partido, un joven con la casaca numero 9 le pasara la pelota al 10, que inmediatamente la retrasara hacia el 3 de sus mismos colores, porque vio que avanzaba hacia el cómo una locomotora sin frenos el numero 5 de los adversarios. Vano intento, el ya no tiene la pelota, pero el numero 5 no habrá arrancado tan briosamente para conformarse con esas sutilezas. Si la pelota ya no esta, todavía están en el lugar las extremidades inferiores del numero 10. Un preciso golpe del botín en la rodilla, un remolino de polvo que cuando se disipe permitirá ver al susodicho 10 retorciéndose en el suelo, a sus compañeros persiguiendo al agresor para tomarse venganza y a los co-equipistas del infractor enfrentando a los vengadores y protegiendo al numero 5. Ante esa alternativa, los del equipo perjudicado rodearan al juez para exigir que el tome una medida ejemplar. Ella consiste en mostrarle al que golpeo la tarjeta de color amarillo o rojo dependiendo de con la agresividad que el infractor se lance sobre su víctima. Si es una "patadita" a las rodillas canillas o tobillos el arbitro le mostrara la tarjeta amarilla, si es una patada voladora, si corre sangre, si la víctima sufre alguna fractura o si es de la cintura hacia arriba sacara la tarjeta de color rojo. El que recibe cualquiera de las dos tarjetas, lo ara con los brazos en la espalda y la vista baja, con expresión contrita fingiendo estar arrepentido, eso si, si la tarjeta es amarilla, ya que si es roja el castigado deberá abandonar la cancha dando muestras evidentes de que el arbitro esta loco y en algunos casos insultándolo a su pobre madre que nada tiene que ver o propinándole un golpe de puño. Con el colaboraran su compañeros, tomándose la cabeza alarmados y rodeando a su vez al hombre de negro, pero con un perfil mas bajo, quejándose de su decisión ya que ellos deben continuar en el campo de juego.
Un partido de fútbol es eso, con algunas variantes sin mayor importancia........